domingo, 3 de diciembre de 2006

Edipo

Edipo
"Madre, hay una sola."



Edipo amaba a su madre, eso estaba claro. Aunque ésta fuera una sicópata que torturaba a su abuela y que gastaba la totalidad del salario de su padre y la mitad del salario de Edipo en comprar cosas para aparentar que era una "señora bien".

Pero, Edipo la quería. La quería porque ella le quería incondicionalmente y no sólo porque él, como empleado de una compañía medianamente importante, tuviera un salario que la sacaría de ese barrio de clase media baja y la llevaría a una casa en una urbanización "buena". No, ella le quería de verdad. Y le preparaba comidas muy ricas cuando llegaba a casa, muy tarde por la noche. Y le compraba ropa cada vez más grande, porque Edipo no comía adecuadamente porque había que pagar el televisor de plasma nuevo.

Por eso Edipo eligió a una chica que le recordaba a su madre. Una que le trataba bien, porque le quería de verdad y no porque le viera sólo como un amigo con el que salir a menudo. Y la madre de Edipo se sintió insegura, y entonces inició una guerra contra la chica de Edipo, y Edipo se quedó con su madre.

Edipo siempre podrá contar con su madre. Y la madre siempre podrá contar con Edipo, porque el hijo mayor ya casi mató a su padre y la menor cuida de él. Y Edipo, Edipo cuida de su madre, y de la casa en la urbanización buena, y de las plantas que riega por las mañanas. Los niños que van al colegio se rien de ese viejo de cabellos blancos y todavía solterón que aun se estremece al oir los gritos de su madre. Pobre Edipo, debió escapar cuando aun tenía fuerzas.